domingo, 23 de diciembre de 2018

¿Qué hay detrás de nuestro menú?

Esta actividad consiste en juego de rol que se plantea a l@s alumn@s para reflexionar acerca de las consecuencias sociales y ambientales de nuestro modelo alimentario, así como para trabajar conceptos tales como consumo de proximidad o kilómetro cero, productos locales, alimentos ecológicos, comercio justo, etc. La actividad está indicada para trabajar con alumnado de BAHC y FP, realizando algunas adaptaciones si lo consideramos conveniente. La dinámica es la siguiente:

1. Se divide a los alumn@s en tres grupos distintos (el número de personas por grupo variará en función del número de alumn@s de la clase):
  • Restaurantes: tres restaurantes representados por 1-2 alumn@s cada uno. Cada grupo tendrá una tarjeta de menú.
  • Amig@s: tres grupos de unas 5 personas cada uno. A cada grupo se le pedirá que nombre un portavoz.
  • Expert@s: 7 expert@s, representados por 2 alumn@s cada uno. Cada grupo tendrá una tarjeta de experto.
En el ejemplo, varios de los alimentos elegidos son característicos de la Región de Murcia, pero la actividad se puede adaptar a otros productos que nos interesen, siendo muy recomendable buscar alimentos locales.

Ejemplos de tarjetas tipo 1 (menús):

"Tarjeta 1.1 de la actividad Qué hay detrás de nuestro menú" (www.flickr.com). Carmen Molina Navarro para la Asociación Columbares. Bajo licencia Creative Commons Reconocimiento NoComercial-Compartirigual 2.5 España (2018)




"Tarjeta 1.2 de la actividad Qué hay detrás de nuestro menú" (www.flickr.com). Carmen Molina Navarro para la Asociación Columbares. Bajo licencia Creative Commons Reconocimiento NoComercial-Compartirigual 2.5 España (2018)



"Tarjeta 1.3 de la actividad Qué hay detrás de nuestro menú" (www.flickr.com). Carmen Molina Navarro para la Asociación Columbares. Bajo licencia Creative Commons Reconocimiento NoComercial-Compartirigual 2.5 España (2018)

Ejemplos de tarjetas tipo 2 (alimentos):
"Tarjeta 2.1 de la actividad Qué hay detrás de nuestro menú" (www.flickr.com). Carmen Molina Navarro para la Asociación Columbares. Bajo licencia Creative Commons Reconocimiento NoComercial-Compartirigual 2.5 España (2018)


"Tarjeta 2.2 de la actividad Qué hay detrás de nuestro menú" (www.flickr.com). Carmen Molina Navarro para la Asociación Columbares. Bajo licencia Creative Commons Reconocimiento NoComercial-Compartirigual 2.5 España (2018)


"Tarjeta 2.3 de la actividad Qué hay detrás de nuestro menú" (www.flickr.com). Carmen Molina Navarro para la Asociación Columbares. Bajo licencia Creative Commons Reconocimiento NoComercial-Compartirigual 2.5 España (2018)


"Tarjeta 2.4 de la actividad Qué hay detrás de nuestro menú" (www.flickr.com). Carmen Molina Navarro para la Asociación Columbares. Bajo licencia Creative Commons Reconocimiento NoComercial-Compartirigual 2.5 España (2018)


"Tarjeta 2.5 de la actividad Qué hay detrás de nuestro menú" (www.flickr.com). Carmen Molina Navarro para la Asociación Columbares. Bajo licencia Creative Commons Reconocimiento NoComercial-Compartirigual 2.5 España (2018)


"Tarjeta 2.6 de la actividad Qué hay detrás de nuestro menú" (www.flickr.com). Carmen Molina Navarro para la Asociación Columbares. Bajo licencia Creative Commons Reconocimiento NoComercial-Compartirigual 2.5 España (2018)



"Tarjeta 2.7 de la actividad Qué hay detrás de nuestro menú" (www.flickr.com). Carmen Molina Navarro para la Asociación Columbares. Bajo licencia Creative Commons Reconocimiento NoComercial-Compartirigual 2.5 España (2018)



2. A cada grupo se le explica su rol:
  • Restaurantes: convencer a los grupos de amig@s de que acudan a comer a su establecimiento. Tienen que ceñirse al menú y al precio que tienen, pero pueden ofrecer otras cosas (vistas al mar, show musical, etc.).
  • Amigos: tienen decidir a qué restaurante ir a comer, justificando su decisión.
  • Expertos: explicarán a l@s amig@s los problemas sociales o ambientales de los diferentes alimentos de los menús de los restaurantes, o bien las ventajas de consumir esos alimentos.
3. Comienza la dinámica con la intervención de los tres restaurantes, que tendrán 2 minutos cada uno para tratar de convencer a l@s amig@s.

4. A continuación, se deja otros 2 minutos a los amig@s para que tomen una decisión acerca del restaurante al que acudir, la cual el portavoz de grupo expondrá al resto de compañer@s.

5. Tras la decisión de l@s amig@s, que no se tomará sin conocer las consecuencias ambientales y sociales de los alimentos que les ofrecen los restaurantes, intervendrán los expertos, explicando dichas consecuencias y aportando de esta forma una base de conocimiento para la reflexión crítica.

6. Con esta nueva información, de nuevo l@s amigos tendrán 5 minutos para reconsiderar su decisión, que expondrán al resto de compañer@s.

7. La actividad termina con una reflexión y debate grupal, en la que se incidirá en conceptos clave como consumo responsable o consumo consciente y transformador, consumo local, de proximidad o kilómetro cero, productos ecológicos o de comercio justo, así como sobre la responsabilidad individual para lograr otro modelo de producción agroalimentaria.







19 comentarios:

  1. Una dinámica muy acertada con el juego de roles para un contenido que me ha parecido muy atractivo. Ha despertado mi curiosidad por las informaciones de las que trata. Creo que podría funcionar muy bien en clase. También para una clase de español para extranjeros, ya que el contenido lingüístico y cultural es totalmente aplicable a ese contexto. ¡Muy conseguido Carmenci! :)

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    1. Esta dinámica casi siempre que la he hecho ha funcionado muy bien. Cosas importantes a tener en cuenta:
      1. Elegir bien los roles, para lo que hay que conocer a l@s alumn@s. Por ejemplo, escoger para representar a los restaurantes a personas con buenas dotes comunicativas y desparpajo, para que hagan una interpretación graciosa. Y para los expertos, personas capaces de sintetizar la información (aunque ésta se puede simplificar si pensamos que es demasiado compleja para el grupo).
      2. Que tengan algunos conocimientos previos sobre el tema. Por ejemplo esta actividad es ideal después de haber hecho otras actividades en las que expliquemos o trabajemos conceptos como "productos locales", "consumo de proximidad / kilómetro cero", "comercio justo", "productos ecológicos", etc. En ese caso haríamos una sesión previa sobre esos temas y en la siguiente sesión, el juego de rol.

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  2. Me encanta el planteamiento de esta actividad. El juego de rol me parece una actividad muy dinámica, que ayuda al alumnado a ponerse en distintas situaciones y conocer los distintos puntos de vista. Le da una idea tanto global como particular de la situación y además les ofrece mecanismos para tener una mente abierta y crítica. Una idea muy acertada.

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    1. Gracias, sí, la verdad es que los juegos de rol son ideales porque al tiempo que aprenden, l@s alumn@s se divierten y aprenden a escuchar, debatir, expresar opiniones, etc.

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  3. Muy bonito y dando muchas herramientas a los alumnos para pensar y tomar decisiones informadas. Imagino que sera bueno tambien mencionar que ha veces es dificil decidir por la falta de informacion o incluso de alternativas. Pero siempre dando opciones, como haces tu aqui, asi no paraliza la accion de los participantes.

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    1. Efectivamente, a veces nos falta información para tomar decisiones conscientes, pero eso es parte también del juego. Hacer ver a l@s alumn@s que como consumidores tenemos el derecho a exigir esa información y la responsabilidad de no conformarnos con su ausencia. Por ejemplo, ¿cuánta gente sabe que es obligatorio que en las pescaderías tengan a la vista las etiquetas? Y de los que lo saben, ¿cuántos las exigen cuando no están visibles? Como esta situación encontramos muchas, y sin exigir nuestros derechos difícilmente podremos ser consumidores responsables. Por otra parte, elegir establecimientos que nos den información amplia y fiable también es consumir de forma responsable.

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  4. Totalmente de acuerdo con las opiniones anteriores. Me parece una dinámica innovadora y muy acertada para el alumnado al que va dirigida la actividad.

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  5. ¡¡Gracias!! ¡¡Ya nos contarás tu experiencia cuando la pongas en práctica!!

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  7. Me parece una actividad interesante y que ha despertado mi interés, ya que se hace pensar y reflexionar a los alumnos sobre un tema del que deberíamos ser más conscientes.
    La mayoría de las personas cuando van a un restaurante o a hacer la compra, no buscan información acerca de la comida del menú, o no se paran a leer la etiqueta; sin embargo, podrían estar consumiendo una especie en peligro de extinción o un producto de una marca cuya captura o crianza es perjudicial para el medio ambiente y biodiversidad. Además, los productos menos contaminantes, que ayudan al medio ambiente y que prevén el desempleo y la decadencia de una economía local o estatal (los nacionales), son los más caros a diferencia de aquellos que producen una mayor cantidad de dióxido de carbono (más contaminantes), perjudican al medio ambiente y conducirán al desempleo de algunas actividades, y a una posible sobreexplotación de unos trabajadores por parte de unas empresas para obtener el producto.
    En resumen, es una actividad que suscitará el interés de los alumnos al tiempo que les advierte de los riesgos de no documentarse a la hora de consumir, a la vez que propone una reflexión personal y un debate grupal sobre la forma de consumo actual y la necesidad d un cambio en la mentalidad y de modelo social.

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    1. Gracias Alejandro por tu comentario, efectivamente la mayoría de las personas no buscan información acerca de la comida tanto cuando van a un restaurante como cuando hacen la compra. Pensar en hacerlo siempre sería una utopía (y probablemente casi enfermizo), pero ir tomando conciencia poco a poco de estas cuestiones, reflexionar sobre ellas e ir dando pasos poco a poco hacia la acción, sí es posible. Una vez que ciertos hábitos se incorporan a nuestro día a día pasan de ser complejos a cotidianos. En relación a lo que comentas de que los productos más responsables a nivel social y ambiental son más caros, no estoy de acuerdo, depende de cada caso, y eso es algo que siempre sale en los debates y a lo que siempre me gusta darle la vuelta, en varios sentidos:
      1. Comprar en mercados de semanales de calle casi siempre es más barato que en supermercados, o al menos no más caro. Los productos son en general de mucha más calidad y muchos de ellos locales (hay que preguntar, claro).
      2. Comprar en una gran superficie en vez de en un pequeño comercio especializado puede ser más barato por unidad de producto, pero ¿con cuántas cosas salimos en la cesta de la compra que en realidad no íbamos a comprar? Las grandes superficies juegan a ponernos "las golosinas", de modo que casi siempre se compra más, muchas veces cosas que no necesitábamos. Entonces, ¿dónde es más barato comprar?
      3. En el caso del pescado, las especies más demandadas son casi siempre las más sobreexplotadas o amenazadas (porque son las que todo el mundo quiere) y no son las más baratas. Hay cantidad de especies de pescado locales muy desconocidas cuyo precio es mucho más bajo que el del salmón, el emperador, el atún, etc. Hay que atreverse a preguntar y a probar cosas nuevas.
      Y así podría seguir... pero no quiero aburrirte...

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  8. Acabo de leer este artículo y realmente ha conseguido llamar mi atención, debido a la cotidianidad del tema que trata y el gran cambio que esto podría suponer no sólo en nuestra forma de alimentarnos, sino también en nuestra salud y en el impacto medioambiental del ser humano.
    Desde luego, esta iniciativa le da un giro de 180º a nuestra forma de percibir el ocio gastronómico. Y es que no hay nada que este más al alcance de cada cual que el tomar la decisión de ir o no ir a un restaurante. Sin embargo, tendemos a ir a restaurantes prácticamente por la inercia causada por el desconocimiento y la ignorancia de las propiedades de los alimentos que vamos a consumir. Pero todo esto podría cambiar llevando a cabo prácticas como esta, la cual nos da a conocer las letales consecuencias que trae el consumir ciertos productos y alimentos, y también el hacerlo en ciertos lugares. Por otro lado, también nos enseña que ante lo importado siempre es mejor lo local, pues se reduce la huella de carbono a gran escala. Y es que, una vez conscientes del daño que causan, a las personas y al medio ambiente, no únicamente los alimentos que consumimos en sí, sino la manera de obtención de cada uno de estos, puede que sea entonces cuando escojamos otra alternativa, de forma que no le hagamos daño ni al medio ambiente, ni a nuestra salud, ni a las familias movilizadas para la destinación de su terreno a la agricultura. Así es como debemos darnos cuenta de que el mejor (a nivel de sabor e impacto medioambiental) manjar puede no ser el de ese restaurante internacional tan caro y con una comida tan selecta, sino el de esa otra tienda local tan beneficiosa tanto como para la sociedad como para el planeta que habitamos.
    Esta novedosa actividad me ha parecido, además de una interesante, simple y educativa dinámica que llevar a cabo, una muy buena forma de concienciar a la sociedad y abrirle los ojos ante lo que realmente está comiendo y, aún más importante, ante todos los problemas y contraindicaciones medioambientales que yacen tras los meros alimentos.

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    1. Gracias Juan José, efectivamente nuestros actos de consumo -también cuando elegimos el local al que vamos a comer o a cenar- son votos hacia un modelo o hacia otro. Cada vez están surgiendo más iniciativas de restauradores interesados en otro modelo, que ofrecen en su carta productos locales, que emplean a personas en riesgo de exclusión social, etc. Iniciativas que apuestan por transformar la sociedad. En nuestra mano está que salgan adelante o no. Pero esta actividad no sólo pretende concienciar de que nuestra elección de un restaurante u otro sea condicionante, sino que la podríamos aplicar a nuestra compra diaria, porque igual que se compara un menú con otro, se puede comparar una compra con otra.

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  10. Buenas tardes,mi nombre es Laura Garcia,de la clase 4D del IES La Flota.
    Esta actividad me ha resultado llamativa,debido a que trata algo cotidiano y a la vez, algo a lo que no estamos acostumbrados a tratar. Porque seamos sinceros: pocas personas se paran a pensar a la hora de escoger un menú en una cena o a mirar bien las etiquetas en los productos que tenemos en casa/compramos, y es algo que debería tenerse más en cuenta,ya que puede ayudarnos en un futuro,tanto a nosotros,como al medioambiente. Además,la iniciativa se presenta como un juego de rol, lo que creo puede ser algo interesante de realizar con mis compañeros,me gustaría poder ponerla en práctica algun día.

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    1. Pues espero que la pongas en práctica y me cuentes las conclusiones. Efectivamente, como dices, nuestras elecciones son determinantes para construir un futuro u otro.

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  12. Soy Jorge de 4F, y he escogido este tema porque me parecía algo sencillo, pero me he dado cuenta de que aunque es un tema muy importante, al ser tan común no le damos la suficiente importancia y que sin embargo, deberíamos dársela.

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    1. Nunca es tarde Jorge, a veces necesitamos que alguien o algo nos despierte la conciencia para empezar a mirar con otros ojos y replantearnos nuestras acciones.

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